Hierba milagrosa contra el paludismo...y el cáncer


La nota del diario de EUA de hace unas semanas no deja de sorprenderme… señala que “Las agencias mundiales de salud corren ya para adquirir 100 millones de dosis de un producto de la herbolaria china que ha resultado ser sorprendentemente efectivo contra el paludismo, uno de los principales asesinos de gente pobre en el mundo”. Son del orden de 300 millones de enfermos al año incluyendo un millón de defunciones, principalmente niños menores de cinco años de edad. El producto medicinal de referencia es la “artemisinina”, extraíble del “sweet wormwood” anglosajón o del “qinghaousu” chino por investigadores militares chinos en 1965; el producto abatió en 97% la epidemia de paludismo en Vietnam hace una década.

Como el protozoario responsable de la enfermedad ha desarrollado ya resistencia al uso de la quinina y derivados, volviéndolos inútiles en el tratamiento, se prevé una creciente utilización de la artemisinina sola o en combinaciones diversas.

Los organismos internacionales de ayuda –con comillas o sin ellas- como la UNICEF y Banco Mundial alientan el uso de la artemisinina proveerán fondos para su adquisición, que se anticipa sean del orden de 450 millones de dólares para el próximo quinquenio. Se anticipa también una demanda creciente del producto que podrá ser satisfecha sólo en una tercera parte a pesar de un aumento en la atención del cultivo de esta planta en los campos de la empresa china que comercializará la artemisinina (Holley Pharmaceuticab, DR. Nelson Tan Chongquing). La planta se cultiva sólo en China y en Vietnam con campos experimentales en Tanzania e India… pero, ¿porqué nos sorprendemos ante esta nota optimista?

Bueno, gracias al desprecio de la ciencia mexicana que ejerece el régimen Foxista y la nula política científica y tecnológica mexicana integrada a otras bajo una perspectiva nacionalista (perdón por la mala palabra) aplicable también al mundo del saber, la producción y las políticas comerciales vinculadas, méxico estará pronto apunto de gastar divisas millonarias en la importación de este milagroso fármaco chino ¡¡Que abunda en nuestro país!! De aquí el asombro…

El “sweet warmwood” anglosajón o “qinghaousu” chino no es otro que el popularísimo “iztauhyatl” estafiate –o istafiate- que en diferentes variedades utiliza cualquier hierbera del mercado mexicano de la localidad para muchos malestares.

En efecto la artemisia mexicana, estafiate, ajenjo del país, de castilla o también llamado “zizim” en la tierra de mi mujer –que es Yucatán- se utiliza entre nosotros desde épocas prehispánicas.

¡Cuidado! El estafiate, ajenjo o su atractiva bebida color verde –el “absinthe” de los impresionistas- también puede matar ingerido en exceso (Ver Vincent van Gogh, ver Tolousse Lautrec)

¿Interesará al decaído Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología patrocinar investigaciones al respecto?
¿El conocimiento del pasado prehispánico de México deberá socializarse más?
¿Habrá quien cultive “zizim” en gran escala en México? ¡Son 450 millones de billete verde!
¿Esperará Fox a que las hierberas mexicanas paguen regalías a los chinos en un futuro cercano?