DEL SAQUEO Y DESTRUCCIóN DE HUAPALCALCO-TULANCINGO Y ALGO MáS


Dedicado a los investigadores Lizardi y Muller
A los cincuenta años de sus descubrimientos

La historia del saqueo y destrucción de nuestro patrimonio prehispánico tiene ya una larga cuenta y se ha acelerado bajo el régimen gubernamental actual que, bajo diferentes pretextos, pretende acabar de eliminarlo, hasta de los textos de ense ñanza elemental. En Mérida, por ejemplo, los pedruscos arrancados a los templos de la antigua Th'o pueden verse aún en la base de la catedral erigida por los invasores españoles. En Coyoacán, mi barrio, más de los mismo. Hasta hace pocos años podían verse los restos del ³acuecuexco² o acueducto que llevaba el agua a la famosa Tenochtitlán gracias a sus abundantísimos manantiales, mismos que sobrevivían hasta hace poco en Los Reyes, Coyoacán, Churubusco y lugares cercanos. Cercenado en varias partes, los últimos vestigios del acueducto se arrasaron para hacer departamentos de lujo.... ¿Qué futuro puede tener una persona o una sociedad amnésica que no sabe de donde viene? ¿Se podría vivir sanamente sin conocer el pasado propio? Invadidos por una cultura chatarra que privilegia a los Wall Marts, la mayoría de los ciudadanos ve impasible o impotente, como se destruyen o saquean, los vestigios de un rico pasado que pertenece a todos como base de nuestra persistente identidad.

Huapalcalco es un sitio maravilloso; está ubicado en las afueras de Tulancigo, Hidalgo, a donde se llega por una carretera de primer mundo -como autobahn de Alemania- haciendo 90 minutos desde el D.F. Consiste en un conjunto de pirámides de arquitectura tolteca, adjunta a gigantescos acantilados de 50 o más metros de altura que conservan en su base cavernas y pinturas rupestres de 5 a 10 mil años de antigüedad, representando ritos al astro rey. De aquí partió Quetzalcoatl para fundar Tula y es evidente que los llamados 'atlantes' le recordaban la magia de los silentes escarpados que simulan alargadas figuras humanas. Sí, Huapalcalco es precedente de la famosísima Tula, asiento de Quetzalcoatl antes de pecar y desaparecer para siempre. Con vista al poniente desde el complejo de recintos y pirámides y dando la espalda a las escarpadas rocas, se tiene al frente una hermosa cuenca rodeada de montañas que en otra época fue asiento de enorme lago; estaba y está, al centro de tierras fértiles pletóricas de fauna silvestre. Se dice que esta región llegó a tener 300,000 habitantes. Imposible de comprobar. Lo que sí es de comprobar, porque quedan vestigios, es de la 'casa de madera verde', de ayuno o temascal de Quetzalcoatl, ubicada en el centro de ese centro o especie de ágora, academia o seminario formador de sacerdotes (¿Quizá llamados también 'Quetzalcoatl', lo que explicaría su ubicuidad en las crónicas de la época?). Con recursos de otro país, ¿qué no sería Huapalcalco? Restaurado, protegido y promovido, seguramente ¡sería el asiento de un museo de sitio extraordinario! ¿Qué esperamos para hacer del lugar un orgullo de hidalguenses y mexicanos?

Saqueado por propios y extraños a lo largo del tiempo, Huapalcalco cuenta solo con un par de esforzados, aunque insuficientes, vigilantes del INAH que han sido amenazados en su vida y familia, agredidos a pedradas, a balazos y constantemente hostigados... ¿Porqué y por quienes? Ante la falta de una autoridad digna y patriótica -término en desuso- que haga cumplir la ley, el lugar es hoy un basurero del pueblo vecino, sus pirámides no restauradas son asiento de potreros con ganado que sube y baja, sus piedras prehispánicas son robadas para hacer corrales, sus terrenos de importancia arqueológica invadidos cotidianamente y usufructuados por particulares ilegales sin respeto alguno a su importancia y carácter 'federal'; no es remoto pensar que cada casa del pueblo invasor de la zona arqueológica esconde piezas de gran valor histórico para los hidalguenses y mexicanos ¿Las venderán al mejor postor? ¿Quién los solapa?

Según César Lizardi Ramos y Florencia Muller, estudiosos del lugar hace medio siglo, Huapalcalco, entre muchas otras cosas fue también importante para los teotihuacanos. Y por su antigüedad, concluimos nosotros, ¿no sería también un enlace con la 'cultura madre' de todas las de mesoamérica, hoy revalorada, la cultura olmeca?